Portación de cara

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Los detuvieron por portación de cara. Así, sencillito. No tienen documentos y no son de acá. Punto. Adentro.

Una mañana de lunes cualquiera a un comerciante se le ocurre que dos sujetos transitando en moto la calle Tucumán se ven "sospechosos". Claro que sí. Su moto es vieja, su cutis oscuro, su mirada esquiva, su ropa de unas cuantas temporadas atrás. Cómo no se van a ver sospechosos si hasta uno lleva el pelo largo, recogido sin ganas en una cola. ¡Atención, oficial! Marque 101.

Los oficiales de la Tercera llegan rápido. Los sospechosos no ofrecen resistencia. Son dos hombres jóvenes que parecen no entender muy bien la situación. La requisa se convierte en espectáculo para los transeúntes, para las Doñas Rosas, para los periodistas que esperan ansiosos llenar el hueco que una jornada tranquila dejó en la sección Policiales.

- ¿Qué pasó?
- Una averiguación de antecedentes
- ¿Por qué?
- Los vieron sospechosos
- ...
- Un comerciante los vio sospechosos y llamó al 101. No tienen documentos y no son de acá.
- ¿Y ellos qué dijeron, de dónde son?
- Que son tucumanos, que vienen temporariamente. Eso se va a averiguar después

Los oficiales terminan su trámite. A esta altura ya se sumó la camioneta del Municipio que se lleva secuestrada la moto, que tampoco tenía documento. El uniformado saca pecho y se dirige a los sospechosos:

- Nos van a tener que acompañar

Adentro. Los hombres suben a la camioneta que los trasladará a la comisaría que tenga lugar. El espectáculo se va disipando, aunque todavía quedan algunos curiosos. Y queda una Doña Rosa.

- ¿Qué pasó, oficial?
- No tienen documentos y no son de acá. Así que los llevamos a la comisaría.
- Me parece muy bien...

Doña Rosa es contundente. Se aleja llena de orgullo por las calles de la ciudad de nombre genocida. Se siente tranquila y feliz con su policía arbitraria y sus vecinos discriminatorios velando por su seguridad. Porque sabe que ese argumento no es igual para cualquiera. Sabe que si acaso un hijo, una nieta, demorara en hacer el trámite o perdiera su identificación nadie lo detendría en la calle, nadie lo tomaría por sospechoso. Claro que no. Hace falta más que olvidar un papel en casa para caber en el estigma de una sociedad cuasi fascista.


Postal electoral

Esto es: , , , ,

Domingo. General Roca. La ciudad duerme, la ciudad se despereza. La ciudad sale a último momento, a probar suerte para buscar la comida del mediodía. Claro que la ciudad también son los pocos que les tocó trabajar. Los canillitas apostados en las esquinas, los trabajadores "en acción" recolectando papeles y papelitos desperdigados por el piso. Papelitos, algunos, de color rojo, de insignias radicales.

Es que un par de cuadras hoy se levantaron temprano para meter voto en urna y decidir -junto al resto de las ciudades rionegrinas- la suerte de los tres pre candidatos a gobernador por la Unión Cívica Radical. Y entre Italia y Belgrano, las calles de los generales Villegas y San Martín son el punto de encuentro.

Han preparado un par de pistas en el lugar, en caso de que algún despistado tuviera problemas en encontrar las dos escuelas que esta mañana se convirtieron en festín democrático. Como quien no quiere la cosa han dejado caer decenas de papelitos con la cara del pre candidato Barbeito y una leyenda que reza "Conectados con el delito". Y como quien no quiere la cosa, también, han pegado en las columnas que guían al colegio las figurillas con el nombre del postulante Mendioroz. Para señalizar el camino.

- Y el taxi nuestro, ¿dónde está? - pregunta una mujer. Va acompañada de otra y lleva un niño en brazos. Miran, buscan y encuentran. Su "taxi" es uno de los muchos que en la mañana de hoy se encargaron de "arrimar" votantes. Al igual que los colegios, también estos remises ad hoc están señalizados. Los hay con una "C", con un círculo verde chillón y con cuadrados amarillos. Todas pegatinas que se lucen en los vidrios de estos autos y trafics viejos y desvencijados.

Están casi todos rodeando las cuadras que rondan la Escuela 42, donde votan los ciudadanos independientes. Allí se apiñan para votar familias enteras. En las esquinas esperan los jóvenes con planillas que buscan el resultado provisorio. Del otro lado de la cuadra, en el CEM 1, se concentran los afiliados al partido. Ahí están los verdaderos preocupados. Y ahí está también el gobernador Saiz, con su atuendo dominguero de elegante sport: zapatillas deportivas, blue jean, buzo de capucha y lentes de sol. Y la prensa -a quien también le tocó trabajar este domingo- amontonada alrededor del funcionario, buscando la declaración del día. Habla, agradece y se retira.

Mientras tanto, los choferes siguen trabajando. Ya se aleja un coche blanco con su gran "C" hacia el este. Va presuroso, con la tapa del baúl ondulando en el viento. Volverá con más votantes. A la democracia le urgen sus servicios.


Publicado en rionegro.com.ar