Aquí están, éstos son

Esto es: , , ,

Foto: Pablo Frizan


Al viento del domingo nadie le avisó que no hacía falta su ayuda para soplar las 10 velitas de Fasinpat. O le avisaron y quiso estar igual. Como quisieron estar los 15 mil o 20 mil invitados que festejaron junto a los obreros y obreras una década de recuperación del trabajo. De ese que sí dignifica.

10 años de gestión sin patrón ni explotadores. De desparramar solidaridad e inspirar canciones. Como la de Arbolito que entre vientos y acordes, invita: si pasás por Neuquén no te olvides de irlos a conocer. Haceles caso.

El festejo del domingo 20 de noviembre fue de 7 recitales que, en realidad, fue uno solo. Largo. Los invitados que no se querían ir y las bandas que tampoco. Como Manu Chao y sus 7 despedidas. Aquí no pegamos los ojos, decía el audio que se repitió cada vez. Fue cierto.

La casa casi que les quedó chica pero nos acomodamos todos. Cuando el corazón es grande... dicen. Más de uno se habrá quedado esperando el incidente. Tomá: 20 mil pibes amontonados en un remolino de pogo y ni un mal momento. Y una se pregunta qué pasaría si los 24 de marzo nos dejaran cuidarnos solos, y demostrarle al Estado que ya estamos grandes. Que no necesitamos su niñera violenta.

Teníamos el permiso de nuestras Madres: diviértanse, nos dijeron Inés y Lolín, después de enseñarnos un poquito más. Como hacen siempre. Como hizo también Bárbara Brito, que cruzó la cordillera para recordarnos que si no vamos por todo, no conseguiremos nada. Gracias. Y a Raúl Godoy, Alejandro López, y todos y todas las que, vestidos de gafa demostraron, una vez más, que la cosa marcha bien.

Y que va a andar mejor, porque Zanón es cada vez más -si acaso es posible- del pueblo. Pueblo que ya no es el Neuquén que acompaña en las marchas, sino Argentina, Alemania, Francia, Italia, España, México y todos quienes en presencia real o simbólica adhirieron al festejo.

Igual esta es una crónica innecesaria. Ya se dijo todo lo que se podía decir y se sintió todo lo que no se podía explicar. Así que esta es y será sólo una tarjeta de salutación más.


Para Zanon, la Fábrica Sin Patrones: 


Que siga la lucha.

¡Y que cumplan muchos más!