City of blinding lights

Esto es: , , ,

Foto: Facebook de Neuquén al Instante

Que el intendente de la ciudad de Neuquén, Horacio "Pechi" Quiroga, sea fanático de la banda irlandesa U2 no es algo que me hayan confirmado, sino algo que me inventé para encontrarle sentido a sus últimos anuncios.

Es que entre corredores viales, estacionamiento y asfalto nuevo, el mandatario capitalino hizo un lugar para expresar su intención de hacer de Neuquén una city of blinding lights. De esas que vemos en las películas de mucho presupuesto del "primer mundo".

Las pantallas led en las paradas de colectivo serían sólo el comienzo. Una se puede imaginar así a Neuquén convertida en un futuro próximo -lo que se tarde en colocar las pantallitas- en la ciudad de luces cegadoras que encandilaba a Bono y compañía en How to dismantle an atomic bomb.

Corazón de neon, ojos fluorescentes
Una ciudad iluminada por luciérnagas
Están publicitando en el cielo
para la gente como nosotros...


Publicidad hasta en las nubes. Contaminación visual para guardar y repartir.

¿Se imaginan las casillas monocromáticas de la barda -esas que gritan "emergencia habitacional" sin que se las escuche- luciendo de un día para otro brillantes anuncios en soportes importados de 1500 dólares?

Ahora imaginemos la multitrocha elevada con filas y filas y filas de autos dejando a su paso estelas multicolores de 120 km/h. Y una ciudad cada vez más imposible de alcanzar para los peatones a oscuras. La muralla china temida.

Pensemos también en las luces nocturnas proyectadas por el autocine del Balcón del Valle, instalado en tierras de la Universidad pública, ahí donde las aulas no alcanzan y el presupuesto tampoco.

La ciudad de luces cegadoras sería esa que encandile de noche al turista distraído que no sabe que, a la sombra, quedaron niños haciendo malabares en los semáforos por una moneda. Que barridos bajo quién sabe qué alfombra, quedarán las más de 400 "personas que lavaban vehículos en la vía pública" como modo de subsistencia. Que bajo esos leds costosos habrá, rodeando una oxidada garita, una veintena de vecinos llegando tarde a sus destinos mientras esperan un colectivo que no pasará. O que un día de invierno una casilla de madera y cartón se iluminará con luces diferentes y arderá de pobreza en un asentamiento del oeste, cansado ya de ver cenizas.

Cuanto más ves
menos sabés...

...dicen los U2. Esperemos que, al menos, nos veamos tan bellos como dice la canción, en la ciudad de las luces cegadoras. Premio consuelo.