8 de marzo

Esto es:



Soy mujer y trabajo. No me digas feliz día.
No me regales flores.
No me cedas el asiento en el colectivo por mi género. Puedo aguantar un viaje parada, igual que vos.
También abrir puertas y correr la silla en la que voy a sentarme.

Respetame.

No me dediques un tema de Arjona.
No nos digas hoy, por ser 8 de marzo, que somos especiales si mañana te voy a ver en la calle objetivando a una mujer con un silbido.
No me llames musa, ni me definas en función tuya.
No somos complemento para un Adán aburrido.

No me discrimines. 
Tratame ni más ni menos como lo que soy, tu equivalente.

Porque el 8 de marzo existe porque existe la desigualdad.
Y aunque soy mujer, y trabajo, no quiero tu feliz día.

Feliz será -seremos- el día en que ya no haga falta que tengamos un día.