Cacerolazos de otro Neuquén

Esto es: , , ,


- ¿Y ahora qué hacés? - le preguntó el hombre; mediana edad, mediano status.

El otro mira alrededor, evalúa. Se va a ir. La mayoría de los antes concentrados ya enfilan la Avenida Argentina para marchar, pero él se queda. Hizo un poco de ruido, acompañó de pie frente al monumento. Hora de volver.

Un par de mujeres también se quedaron. No llevan cacerolas en sus manos. Cuando la multitud se empieza a dispersar eligen un banco -una estructura de cemento, en realidad- y se sientan a conversar, divertidas. Todavía descansan sus lentes de sol en la cabeza.

Clin, clin, clin. Algunas son cacerolas, pero hay una mantequera y un par de anillos sonando contra los postes metálicos de luz.

- ¿Por qué es la marcha?
- Contra Cristina
- ¿Contra qué de Cristina?
- Contra su dictadura; este gobierno se parece cada vez más a una dictadura.

La joven quizás no se enteró que unas diez cuadras más arriba, en el Salón Verde de Amuc, desde el 28 de marzo y hasta el 11 de septiembre, decenas de testigos se ocuparon de describir dolorosa y detalladamente lo que fue una dictadura. La última que sufrió el país.

- ¿Esta es la marcha contra el gobierno?
- Sí: contra la corrupción, la inseguridad y la falta de libertades
- ¿Qué libertades?
- De hacer lo que queramos con nuestras cosas, como comprar dólares.

Entre las cabezas asoma un cartel: "CRISTINA NO TE VAYAS CON CHAVEZ. ANDATE CONCHUDA".

Enfrente, el general San Martín muere de vergüenza. Un poco más adelante, la catedral que supo alojar a uno de los luchadores más grandes de Neuquén, Don Jaime de Nevares, también. "Dejen abiertas las puertas de la Catedral que alguien vendrá a refugiarse", reza el cartel que recuerda su frase del 23 de marzo de 1976. Cuando se avecinaba lo peor.

¿Dónde estarían ellos cuando reprimían trabajadores en Salta? ¿Oyeron del asesinato al militante jujeño, la semana pasada? ¿Saben que en esta provincia hay más de 1400 causas judiciales contra protestas sociales? ¿Que quedan miles de estómagos sin alimentar?

Si con algo puede sacar pecho Neuquén es con su capital político. Su reputación de capital de los Derechos Humanos se la forjó con sus manifestaciones en el corazón de la ciudad, su avenida gastada por el paso firme de las marchas, sus gritos de justicia irrumpiendo en las paredes, haciéndose lugar en las veredas. Sus cuadros indiscutibles: Inés, Lolín, Don Jaime, Fasinpat y tantos más.

Esta noche de jueves todo es distinto. La desesperación de mirar hacia los lados y chocar con egoísmos.

Un poco más acá, una señora arría su caniche de prolijos rulos blancos y sigue camino. Se va a marchar por seguridad. Bajo de sus pies queda un stencil de Matías.