22
nov
2011
Esto es: lo que pienso , Neuquén , Nunca más , Zanon
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Foto: Pablo Frizan |
Al viento del domingo nadie le avisó que no hacía falta su ayuda para soplar las 10 velitas de Fasinpat. O le avisaron y quiso estar igual. Como quisieron estar los 15 mil o 20 mil invitados que festejaron junto a los obreros y obreras una década de recuperación del trabajo. De ese que sí dignifica.
10 años de gestión sin patrón ni explotadores. De desparramar solidaridad e inspirar canciones. Como la de Arbolito que entre vientos y acordes, invita: si pasás por Neuquén no te olvides de irlos a conocer. Haceles caso.
El festejo del domingo 20 de noviembre fue de 7 recitales que, en realidad, fue uno solo. Largo. Los invitados que no se querían ir y las bandas que tampoco. Como Manu Chao y sus 7 despedidas. Aquí no pegamos los ojos, decía el audio que se repitió cada vez. Fue cierto.
Teníamos el permiso de nuestras Madres: diviértanse, nos dijeron Inés y Lolín, después de enseñarnos un poquito más. Como hacen siempre. Como hizo también Bárbara Brito, que cruzó la cordillera para recordarnos que si no vamos por todo, no conseguiremos nada. Gracias. Y a Raúl Godoy, Alejandro López, y todos y todas las que, vestidos de gafa demostraron, una vez más, que la cosa marcha bien.
Y que va a andar mejor, porque Zanón es cada vez más -si acaso es posible- del pueblo. Pueblo que ya no es el Neuquén que acompaña en las marchas, sino Argentina, Alemania, Francia, Italia, España, México y todos quienes en presencia real o simbólica adhirieron al festejo.
Igual esta es una crónica innecesaria. Ya se dijo todo lo que se podía decir y se sintió todo lo que no se podía explicar. Así que esta es y será sólo una tarjeta de salutación más.
Para Zanon, la Fábrica Sin Patrones:
Que siga la lucha.
¡Y que cumplan muchos más!