De la gente que anda a la mañana

Esto es:

Son ciudades diferentes. La que se levanta temprano, con el despuntar del sol, y la otra, la que sale distendida con las sombras que ya se recortan largas en las veredas urbanas. Esta vez toca hablar de la primera. De la gente que transita las calles a altas horas de la madrugada o, lo que es lo mismo, tempranas horas de la mañana.

Los hay que van a trabajar, apurados, con maletines, bolsos o carteras grandes, de color negro discreto y zapatos lustrados. Recorriendo bancos, llenando oficinas, dándose importancia mientras dejan al pasar una moneda o dos al “che pibe” que les fregó los vidrios sucios. Andan los policías, paseando esquinas, sacando pecho o metiendo panza, incómoda bajo el traje de hace ya bastante tiempo.

Y también los hay que van al médico. Éstos son fáciles de reconocer porque van con menos pinta, con la bolsita en la mano que delata una carpeta con estudios, una radiografía de quién sabe que parte del cuerpo. Y también porque son casi siempre mayores, caminan despacito y escapan de la vorágine de las calles troncales para ir a parar a otros lugares. Allí donde está el médico.

Será que llama la atención porque circula un aire diferente, que anuncia que a la mañana pasan las cosas importantes. Porque lo importante aquí son las cuestiones políticas, las cuestiones administrativas, el horario de banco, esa gente de saco y corbata y, con suerte, tacones altos.

Muy seguido en mi ciudad -y por suerte- pasa esa “otra gente”, la que trata de hacerle un poquito de fuerza a la anterior. La que también tiene cosas importantes para decir y hacer, y que es la que se planta en medio de una avenida. Y ahí es cuando empiezan los bocinazos. Bocinazos de gente apurada, desfile de modelos y carrocerías. Ahí van las patentes C, D, E, F... Las callecitas ignoradas día a día por los automovilistas de repente se encuentran despuntando popularidad cuando se cambia obligadamente el recorrido. Pero en los autos igual reniegan, piden sentencia de muerte y se llenan la boca de improperios fáciles.

Será hasta que, al fin, lleguen a destino y en alguna cola del banco puedan compartir su indignación con algún otro cansado. O se esperará hasta que caiga el mediodía. Hasta que la administración diga "hasta mañana" y la gente que sale a la mañana pueda volver a casa, a compartir un almuerzo, aflojar la corbata o arrojar los tacos. Habrá quien no tenga tanto alivio al llegar a casa
- Viste, yo te dije: ¡es suficiente que vayas al médico para que te encuentren algo! – y cuente el diagnóstico que develó la carpetita de estudios.

Comments (4)

Lindo post! Lindo blog!
Ya te enlazo a mi lista, porque confío en que este blog va a ser muuuy interesante. Éxitos.
Saludos.

"Improperios fáciles" le dice usted.. que buena forma de decir, sin motivo, equivocados...
Lamento no coincidir tanto en lo escrito por usted ésta vez. No por lo de los improperios, sino porque las cosas importantes, se le olvidó decir, son las cosas que realmente no importan y viceversa. A la mañana, el banco, las oficinas, eso no importa realmente. Es el mate compartido, la mirada cómplice, la melodia que conmueve.. ya sabe, eso "no importante" lo que realmente importa...
Seguro coincide...
Espero siga contando esos momentos que de tan poco importantes, se hacen los más significativos.
Y, por supuesto, la invitamos a pasar por la encuesta del nuestro humilde blog,lleno de improperios que, esperamos, nunca caigan en "fáciles".

"Nuestras vidas empiezan a terminar el día que silenciamos las cosas que importan"-
MARTIN LUTHER KING.

Anonim@

Anonim@, gracias otra vez por comentar! Ahora va la aclaración: lo de "las cosas importantes" es una ironía.. quiero decir que la gente de saco y corbata, la que llena los bancos, etc es la que parece que importara.. Por eso después aclaro que también hay "otra gente", aunque no se tome en cuenta por igual. Y claro que coincido con vos. Quizá en algunas publicaciones más ya se vaya familiarizando con mi sarcasmo! :)

Anahí, gracias y tu blog también está en mi lista de recomendados, me gusta mucho!

NO aguante la tentacion y le hice click a "improperios faciles" lo que me llevo al articulo de "el imbecil". Como charlaba hace muy poco con mi amig@ FuckYou, es increible la falta de pensamiento critico que sufrimos hoy en dia. La gente no conoce otra cosa que el famoso "copy&paste" de los discursos mas viejos y que encima increiblemente los aceptan por convencion. Es de no creer, en una epoca de tanto supuesto avance del pensamiento humano que todavia haya gente (y lo peor es que son la mayoria) que no sea capaz de salir de la burbuja en la que viven, de dejar de mirar el problema inmediato que afecta la superficialidad de sus vidas para analizar el problema de raiz.
Yo tengo un trabajo de oficina, de "saco y corbata", y no puedo explicarles lo agotador que me resulta muchas veces tener que lidiar con las opiniones "imbeciles" de algunos de mis compañer@s de trabajo que tienen la suerte (o no) de conocer solo una vida en la que el trabajo es comodo, no se sufre frio ni calor, y donde lo mas estresante para ellos es tratar de ingeniarselas para estacionar el auto en el centro tratando de zafar de los lavacoches... Es de no creer...

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